Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2023-08-18
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   C1
Sección:   Nacional
Centimetraje:   20x26

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ALTURAS Los buses tienen una altura total de 4,3 metros. El espacio útil para las personas es de 1,90 metros en el primer piso y de 1,77 en el segundo. Héctor Flores
CONTINENTE Chile es pionero en la región en tener este tipo de buses. El costo de cada uno es US$ 560 mil, versus los US$ 280 mil de uno de un piso. Héctor Flores
El Mercurio
Se integrarán al transporte público de la RM en octubre
Seguridad de pasajeros, alto costo, cables, árboles y pasos bajo nivel: los desafíos para implementar buses de dos pisos
Similares a los que se ven en Londres, el sistema RED incorporará 10 micros estilo double decker , que tienen 70 asientos y una altura de 4,3 metros. El segundo piso, eso sí, no está diseñado para viajar de pie.
“No van a encontrar buses de dos pisos sino en otras ciudades como Londres o Hong Kong y, en ese sentido, Santiago de Chile se sigue poniendo a la vanguardia”, anunció ayer con orgullo el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, a raíz de la llegada de 10 buses de dos pisos, conocidos como double decker en la ciudad inglesa, que se integrarán al sistema metropolitano desde octubre.
Son buses eléctricos de la marca BYD que serán operados por Metbus. Se cargan en dos horas y tienen una autonomía de 280 kilómetros, son de 12 metros de largo y 4,3 metros de alto, y tienen capacidad para 70 personas sentadas y, aproximadamente, 100 en total.
Pero si bien duplican la capacidad actual de asientos que tienen las micros normales, no están diseñados para que las personas vayan de pie en el segundo nivel, el cual tiene una altura de 1,77 m, a diferencia de los 1,90 m del primer nivel. Y precisamente en los resultados del piloto realizado a estos buses en 2017, uno de los ítems con menor puntuación fue la altura del segundo piso.
Tamara Berríos, country manager de BYD Chile, explica que “este vehículo está más hecho para estar sentado que para estar de pie. Entonces, es un bus que tiene más asientos incluso que un bus articulado (...). La experiencia arriba debiera ser sentada”.
Y Patricia Galilea, ingeniera de transportes de la UC, comenta: “La capacidad no se calcula con gente de pie en el segundo piso, porque tampoco es bueno por un tema de volcamiento. El bus de dos pisos está fabricado de manera que la parte de arriba es menos pesada que la de abajo y si uno va a velocidad muy alta puede haber un peligro de volcamiento al doblar, entonces tampoco puedes tener mucha gente arriba”.
De todas formas, Giovanni Vecchio, investigador del Cedeus, dice que “es una noticia positiva” la llegada de estas máquinas, y que otras urbes del continente, como “Ciudad de México, utilizan buses de dos pisos, entonces creo que puede ser una novedad muy interesante, sobre todo a lo largo de aquellas vías donde el servicio de transporte público depende de los buses, porque son corredores donde no hay metro cerca”.
Resultados de los pilotos
Debido a diferentes logísticas, siguen en evaluación los recorridos a los que se integrarán estas máquinas. “Podríamos imaginarnos el bus en cualquier calle de Santiago, pero nosotros esperamos que sea en recorridos más visibles, como en la Alameda”, dice Berríos.
Y es que en la Alameda ya fue probado este modelo tanto en 2017 como en 2019. Y otra posibilidad podría ser desde Pajaritos al Estadio Nacional.
Paola Tapia, directora de Transporte Público Metropolitano (DTPM), dice que el piloto de 2017 “permitió tener datos importantes respecto de la calidad del servicio, en que la nota fue 6,7 en el uso. También se evaluaron cosas como la comodidad y confort, sobre todo por la cantidad de asientos y la calidad de los mismos. También se evaluaron los temas de seguridad tanto en el primer como en el segundo piso, y la accesibilidad”.
Mientras que el piloto de 2019, según el exdirector del DTPM Fernando Saka, fue “bastante positivo”, ya que “es un bus que te da ciertas prestancias al tener 70 asientos (sobre todo) si se introducen en recorridos de largo aliento, como los ejes estructurantes (...). Ahora, el problema de los buses de dos pisos es que te llevan la misma cantidad de gente que un bus de un piso, pero al triple del valor”.
Los desafíos en las calles
Los desafíos ante la implementación de estos buses son varios. Uno se relaciona con el llamado que hizo el ministro Muñoz de cuidarlos. Y es que no es novedad que en las micros ocurren constantemente hechos de vandalización, incivilidades y asaltos.
Según Tapia, los buses tienen “una serie de elementos de seguridad. Una es la cabina segregada del conductor y otra es la disponibilidad de cámaras (tienen cerca de cinco) tanto en el primero como en el segundo piso. Estas graban en línea lo que está sucediendo y, por ende, constituyen pruebas para cualquier agresión u hecho delictivo que se pueda ocasionar en el viaje. Las imágenes serán recibidas por los Centros Operativos de Flota de las empresas y quedan disponibles a requerimiento judicial o de otra naturaleza”.
Pero el académico de la PUCV Franco Basso enfatiza que “tienen un problema de inseguridad, particularmente en el segundo piso, y por mucho que exista una cámara, las personas tienden a sentirse más inseguras en lugares alejados del conductor”.
“Además, tienen mayores problemas para circular en distintos lugares, requieren ciertas modificaciones urbanas para que no choquen, por ejemplo, con cables; y son mucho más caros, lo que claramente va en contra de sanear el sistema, que es algo que se requiere con urgencia”, resalta.
Lo mismo menciona Galilea: “Siempre tenemos temas con los cables, árboles, pasos bajo nivel. Me imagino y tengo confianza en que desde el ministerio se van a preocupar de que las rutas sean seguras en ese sentido”.
Y añadió que “hay que tener cuidado, porque el segundo piso “tiene un atractivo muy grande, todos vamos a querer subirnos arriba porque es entretenido y tiene vista panorámica, pero lo que pasa con los buses de dos pisos es que al subir la escalera uno pierde harto el equilibrio. Nosotros no tenemos la costumbre de tener que agarrarnos de las manillas”.
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MARIANNE MATHIEU E ISADORA VARGAS