Hasta fines de 2019, antes de la pandemia, los deudores morosos de cuentas de agua potable, con boletas impagas de 61 o más días, no superaban el 6% respecto del total de clientes de las empresas sanitarias. Pero tras la crisis sanitaria por covid-19, ese indicador comenzó a dispararse y llegó a un peak de más de 12% entre julio y agosto de 2020, cuando cerca de 700.000 usuarios no habían pagado sus facturas por dos o más meses, según datos de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS). Si bien hoy las cifras de morosos están por debajo de los meses más álgidos de la pandemia —cuando por ley las empresas de servicios básicos no podían cortar los servicios—, el porcentaje de deudores de más de 61 días no logra bajar del 9% este año.

En esto, también está incidiendo la debilidad de la economía, afirman en el rubro. Según cifras de la SISS, al cierre de mayo había 530.562 deudores de dos o más facturas, unos 7.500 menos que en abril, pero cerca de 10 mil más que en marzo pasado. Asimismo, la cantidad de mayo es 53% superior a los 347 mil deudores de fines de 2019, antes del covid. En monto, la morosidad total sigue subiendo, llegando al 31 de mayo a un máximo de $235.024 millones (unos US$ 295 millones con el dólar promedio de mayo). En abril fue de $ 234.823 millones y en marzo pasado se situó en $ 227.897 millones. El alza que registran los montos de morosidad está influenciada por reajustes de tarifas, dice la SISS.

Visión de la autoridad

La SISS indica que en el comportamiento de la morosidad entre marzo de 2020 y este año, se observa que la mayor variación en usuarios y monto adeudado está en los 180 días y más, con un alza de 138.932 clientes y un promedio pendiente de $542.481 por cliente. La Superintendencia señala que las empresas han retomado sus prácticas de cobranza, incluyendo la opción de cortar el suministro. Destaca que se han reforzado las opciones para repactar deudas, que incluyen 'medidas que las empresas aplican voluntariamente como la condonación de intereses, aumento en número de cuotas o condonación del saldo adeudado al final de un convenio de pago'.

La autoridad afirma que estas medidas han permitido reducir la morosidad desde el máximo observado durante la pandemia. Sin embargo, advierte que 'hay más factores, asociados por ejemplo al contexto económico del país y eventualmente cambios en el comportamiento de pago de algunos usuarios'. En la moderación de deudores respecto del peak de la crisis sanitaria incidió la implementación de la Ley N° 21.423, aprobada en el Congreso a fines de enero de 2022. Eso para que clientes con deudas morosas entre marzo de 2020 y diciembre de 2021 —con un consumo menor a 15 m3 de agua al mes— se acogieran a los beneficios para ponerse al día con dichas obligaciones postergadas durante la pandemia, en el marco del apoyo que las firmas de servicios básicos y el Gobierno acordaron bajo la Ley Nº 21.249, que prohibió el corte de suministros —luz, gas y agua— por no pago. Los beneficiarios suman 342.281 clientes.

Inquietud y avance

Fuentes del sector sanitario indican que estas cifras de morosidad podrían haber llegado para quedarse. Les preocupa el stock de deuda de 24 a 36 meses que existe entre los morosos. Incluso, señalan que si bien las empresas ya están facultadas para cortar el suministro, esto sería un último recurso. Esto, porque primero están tratando de convencer a los deudores que repacten o regularicen sus cuentas para que estos puedan acceder a eventuales subsidios. Además, cuentan que hay zonas del país donde no pueden entrar las compañías a cortar el agua por temas de seguridad. La Asociación Nacional de Empresas de Servicios Sanitarios (Andess) comenta que si bien la tasa de morosidad dista de los indicadores previos a la pandemia, destaca el esfuerzo de muchas familias por retomar la 'cultura de pago y las acciones de las empresas para apoyarlo'. Andess señala que las sanitarias han impulsado 'una fuerte acción en terreno', para informar a los usuarios morosos de las alternativas de pago.

Las empresas

Según la SISS, la empresa con mayor número de clientes morosos es Aguas Andinas —que es la sanitaria más grande del país—, con 192.177 contratos en esa calidad y una deuda asociada de $66.440 millones. Le siguen Esval, con 95.617 clientes y $52.482 millones, y Essbio, con 54.560 clientes que suman $23.416 millones en morosidad. 'Estamos conscientes del momento económico que viven muchas familias. Por ello, hemos reforzado nuestro férreo compromiso social con diversas opciones para que las personas puedan regularizar su situación.

Si bien, la suspensión del servicio por cuentas impagas se retomó tras el fin de la ley de servicios básicos por pandemia de covid-19, como compañía desde siempre hemos impulsado nuestros convenios de pago para evitar llegar a esas instancias porque entendemos la importancia del suministro', dice Aguas Andinas. La sanitaria destaca la implementación de convenios focalizados en sectores vulnerables, adultos mayores, acuerdos con municipios, entre otros. El gerente regional de Esval, Alejandro Salas, afirma que, 'de manera constante apoyamos y alentamos a nuestros clientes morosos a ponerse al día y para ello les ofrecemos planes de pago que se adaptan a su realidad económica y que son validados por la legislación sanitaria. Por lo tanto, los cortes de suministro por no pago, debido a la condición económica de los usuarios, son bajísimos'. Salas asegura que desde diciembre pasado a julio de 2023, los clientes morosos disminuyeron 11,6% y cada mes han cerrado unos 3.000 convenios.