El Instituto Nacional de Estadísticas informó que la tasa de desocupación en Chile alcanzó un 8,8% en el segundo trimestre; es decir, aumentó en 0,9 puntos porcentuales en 12 meses. Sin embargo, nuestro país es reconocido en el mundo por generar las condiciones tanto para el empleo como para el emprendimiento, dos fuentes de ingreso cuya fortaleza se debe —en parte— al trabajo conjunto entre la academia, la industria y el Estado.
Según Cristian Montero, fundador de Adactiva, la vinculación entre la universidad y las organizaciones empresariales genera un impacto “sorprendente”. De hecho, podría decirse que es como un vehículo para la transferencia del conocimiento y la tecnología que se generan en la universidad.
“Normalmente esto ayuda a desarrollar competencia en los emprendedores. Trabajo en equipo, trabajo por resultado, adaptación al cambio, etc.”, comenta.
Además, la colaboración favorece una práctica real que permite enfrentarse en mejores condiciones al mundo laboral y al de los negocios. “Los estudiantes muchas veces creen que la teoría, como te la enseñan en la pizarra, se aplica igual en las labores que ejecutan en el mundo real, pero la mayor parte de las veces no es así”, explica el especialista contable y tributario.
Como las universidades administran muchos casos de estudio, varios de ellos asociados a temas de negocio, Cristian Montero considera indispensable combinar la teoría con la práctica.
“Esto va a permitir adquirir destrezas y habilidades específicas; aprenderán a resolver problemas; a trabajar la frustración y verán efectivamente la diferencia entre lo que ven en la sala de clases y lo que ven fuera de ella”, argumenta el fundador de Adactiva.
Desarrollo económico
Por su parte, Viviana Aguirre, directora regional metropolitana de Sercotec, afirma que la articulación de la academia con el fomento productivo y, en particular, con emprendedores y emprendedoras es clave por varias razones. Primero, porque al colaborar con el Estado y el emprendimiento, las universidades pueden transferir este conocimiento a la sociedad y al sector empresarial. “Esto impulsa la innovación y mejora la capacidad de resolver problemas y desafíos en el emprendimiento y otros campos”, señala.
Además, según la autoridad regional del organismo técnico que apoya a las pymes, esta relación virtuosa genera un entorno que propicia el nacimiento de nuevas empresas, asesorías, así como el desarrollo de incubadoras de negocios y programas de capacitación, lo que facilita el crecimiento y el éxito de los emprendedores.
Igualmente, Viviana Aguirre valora el fomento al desarrollo económico. “La colaboración entre la academia, el Estado y la industria puede impulsar la economía local y nacional al promover la creación de empleo, el crecimiento empresarial y la competitividad. Esto contribuye al desarrollo sostenible y al bienestar en general”, detalla.
De hecho, en el centro de negocios Lofwork han podido comprobar este impacto, debido a que seleccionan y reclutan a profesionales para llenar diversas vacantes. “Estamos levantando las necesidades de pequeñas y medianas empresas relacionadas con capital humano para apoyarlas en selección y reclutamiento, buscando el equilibrio entre ambas partes: la que busca talentos con habilidades y competencias específicas, y la que necesita un trabajo que se ajuste a sus expectativas”, explica el fundador de Lofwork, Abraham Lazo.
En un mercado laboral dinámico, las organizaciones buscan personas que cuenten con ciertas habilidades y competencias que contribuyan a su crecimiento, entre ellas, la capacidad de comprometerse y responder con responsabilidad frente a los imprevistos, detalla la psicóloga laboral de Lofwork, Danae Tapia.
La especialista en reclutamiento y selección ha observado que para la industria se ha vuelto cada vez más relevante el manejo de tecnologías, así como la habilidad de trabajar de manera eficiente para entregar buenos resultados dentro de los plazos esperados. “Esta habilidad es importante para las empresas, porque les permite ofrecer servicios y productos cumpliendo con los estándares que fija el mercado”, sostiene.