Pais: Chile
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Fecha: 2023-10-15
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Tipo: Prensa Escrita
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Página(s): B6
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Sección: Enfoques
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Centimetraje: 45x21
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Arriendos vacacionales vía internet alcanzarían los US$ 563 millones en Chile este año:
Costos entre 25% a 30% más bajos que la hotelería regular y menos impuestos: El otro lado de Airbnb
Los hoteleros estiman que Chile deja de percibir unos US$ 350 millones por tributos derivados de las aplicaciones de hospedaje. Otros actores aseguran incluso que, en algunos sectores, los arriendos de corto plazo asociados a estas tecnologías desplazarán a los tradicionales. El país aún no genera una regulación para estas plataformas. Guillermo V. Acevedo
S
i en 2022, las transacciones del turismo en el país sumaron US$ 2.209 millones, un 71% de ellas —US$ 1.563 millones— se hizo vía online. Así se desprende de un estudio de Kushki y Statista cuyas estimaciones para este año son aún más favorables, con US$ 2.102 millones en ventas en línea para 2023, de las cuales US$ 563 millones ingresan por concepto de “rentas vacacionales”, y —según el reporte— las apps para hospedajes cortos tienen la participación más importante, una tecnología que ha retomado el vuelo tras la pandemia, y promete seguir creciendo de cara a un nuevo período estival.
Si bien son diferentes aplicaciones las que proveen estos servicios, la más reconocida e importante es Airbnb, plataforma que los hoteleros tradicionales miran con desconfianza y cierto resquemor. Ellos acusan: “La competencia es desleal, cuando sabemos que no se está tributando, que no se paga un IVA, que no se cumplen la certificaciones”, señala Alberto Pirola, presidente de Hoteleros de Chile y de la cadena Noi. A su juicio, todo esto hace que un Airbnb tenga un costo un 25% a 30% más bajo que un hotel. A lo que agrega que el Sernac y otros entes reguladores no tienen potestad para exigir el respeto normativo frente a problemas comerciales o financieros.
Países como EE.UU., Inglaterra, Italia, Portugal, España, Colombia, entre otros, han centrado su atención en Airbnb y comenzado una severa regulación. Dentro de las restricciones que han implementado para esta y otras aplicaciones similares está otorgar una cierta cantidad de licencias para ofertantes de alojamientos temporales; limitar a 90 o 180 días al año la cantidad de tiempo que pueden arrendar; o directamente prohibir el uso de la plataforma para regular el turismo excesivo en ciertas zonas y para garantizar que haya suficientes viviendas para los residentes.
En Chile, la Corte Suprema ya ha emitido fallos sobre la legitimación que tendrían las administraciones de edificios para prohibir a los propietarios arrendar sus departamentos por menos de 30 días, que en algunos casos vulnera las normas de copropiedad.
Luis Vallejos, presidente de la Asociación Gremial de Administradores de Condominios y Edificios de Chile (Agacech), asegura que si bien su postura no es del todo contraria al uso de plataformas como Airbnb en edificios, alerta sobre los riesgos de seguridad que implica el constante ingreso de huéspedes a los condominios o edificios residenciales.
Señala que hoy “no son legales”, y de permitirse, debe estar indicado en el reglamento de copropiedad de cada comunidad. Agrega que lo más común es que se prohíba.
“Es una solución que funciona muy bien para la persona que lo usa, pero trae varias problemáticas, porque rompe lo más preciado que tiene la comunidad que es la seguridad, generando flancos a causa de nuevos visitantes a cada rato”, afirma.
Desde la empresa de servicios inmobiliarios Colliers estiman que si bien la oferta de departamentos para arriendos a 12 meses o más es muy superior a la oferta de arriendos de corto plazo, hay una proporción importante destinada al arriendo a través de las plataformas digitales, que además, ha vuelto a crecer después del término de la pandemia.
Su vicepresidente, Reinaldo Gleisner, sostiene que los valores “han tenido una tendencia de rezago frente a la inflación y no se ha visto un aumento como consecuencia directa de los arriendos de corto plazo”. Sin embargo, dice que es esperable que en ubicaciones de mucho valor por conectividad o entorno urbano, el mercado de arriendos cortos desplace el mercado de arriendos tradicionales.
¿Qué dice Airbnb?
A través de su página web, Airbnb explica a los usuarios las implicancias que acarrea el uso de la app. Allí recomienda informarse sobre la regulación nacional, y realizar un descargo de responsabilidad frente a hechos que ocurran en contexto de la prestación de servicios. Se lee: “En algunos lugares, las leyes restringen la capacidad para alojar huéspedes a cambio de dinero durante estancias cortas. (...) También es posible que algunos tipos de reservaciones a corto plazo estén prohibidos”.
Aclaran que se encuentran trabajando con gobiernos alrededor del mundo para ayudar a que las normativas sean más claras, de forma que resulte fácil para cualquiera comprenderlas.
Puntualizan en su web, esp sí, que: “Usted asume libre y voluntariamente esos riesgos al elegir participar en dichos Servicios del Anfitrión”.
Contactada direcatmente la empresa, no emitió una respuesta.
La ambigüedad de la regulación y los cuestionamientos del sector, sin embargo, aún no reditúan en denuncias importantes ante el Sernac: solo hay cinco en el año.
En materia tributaria, el Servicio de Impuestos Internos (SII) explica que Airbnb forma parte de los proveedores de plataformas de servicios digitales sin domicilio ni residencia en Chile inscritos en el SII para declarar y pagar el IVA a los Servicios Digitales.
Desde el organismo, explican que se contactaron con los principales comercios y plataformas extranjeras para explicarles las características de este impuesto y resolver sus dudas. Se trata de un sistema simplificado especial de tributación mediante el cual tributan las big techs como Google, Netflix, Apple, Spotify, u otras. En ese contexto, aseguran, que Airbnb está cumpliendo con la normativa vigente en Chile.
Industria del turismo
Por parte de los diferentes actores del turismo, las miradas contrastan. Desde el gremio hotelero califican como “competencia desleal” a las aplicaciones de corta estadía, pues —señalan— funcionan en la irregularidad y sin certificaciones. Además, dicen, “no necesitan permisos ni impuestos lo que los convierte en una oferta más conveniente”.
Alberto Pirola, presidente del gremio hotelero explica que el sector mantiene un déficit del 27% de ocupación respecto a años normales. Y agrega, “Tesorería dejaría de percibir unos US$ 350 millones por parte de los negocios de Airbnb, debido a que la empresa tributa de manera diferente en Chile, no paga un impuesto a la renta ni una patente comercial”.
En el sector estiman que un 80% de los extranjeros que entran al país y no se hospedan en hoteles, hacen uso de aplicaciones.
Desde la Federación de empresas de Turismo (Fedetur) tienen una mirada diferente; apoyan la existencia de plataformas , pues promueven la competencia, pero sostienen que es relevante que el alojamiento que se ofrezca en estas plataformas sea formal.
La presidenta ejecutiva de Fedetur, Helen Kouyoumdjian, dice que “para que haya igualdad de condiciones al momento de competir, deben tener las mismas exigencias que se le pide a la oferta regular, estar sometidos a las mismas fiscalizaciones y permisos a las que está sujeta el resto de la industria”.
Y es justamente en eso en lo que están avanzando. Si bien, hoy no existe ningún proyecto de ley que busque normar el sistema, para que se convierta en una actividad regulada solo bastaría que la Subsecretaría de Turismo se reúna con Airbnb y acuerde exigir a cada prestador de servicio de hospedaje estar inscrito en el Registro de Proveedores de Servicios Turísticos de Sernatur.
El 23 de mayo, Airbnb —representado por Claudio Magliona— se reunió con la Subsecretaría, pero fue básicamente una instancia solicitada por la aplicación de presentación, no se abordaron temas respecto a la regulación.
La Fiscalía Nacional Económica inició en marzo de este año un estudio sobre el mercado de hospedaje en Chile, que incorpora a las plataformas digitales que participan.
La subsecretaria de Turismo, Verónica Pardo, sostiene que “el informe será fundamental para realizar un análisis con información actualizada y confiable y en función de aquello, definir las políticas públicas que se implementarán al respecto”. Solo tras este reporte, se evaluaría la forma para que Airbnb sea una actividad regulada.
Se proyecta que las transacciones en línea del turismo sumen US$ 2.102 millones este año, de las cuales US$ 563 millones ingresarán por concepto de ‘rentas vacacionales'.
Nex Prensa Escrita
Arriendos vacacionales vía internet alcanzarían los US$ 563 millones en Chile este año:
Costos entre 25% a 30% más bajos que la hotelería regular y menos impuestos: El otro lado de Airbnb
Los hoteleros estiman que Chile deja de percibir unos US$ 350 millones por tributos derivados de las aplicaciones de hospedaje. Otros actores aseguran incluso que, en algunos sectores, los arriendos de corto plazo asociados a estas tecnologías desplazarán a los tradicionales. El país aún no genera una regulación para estas plataformas. Guillermo V. Acevedo
S
i en 2022, las transacciones del turismo en el país sumaron US$ 2.209 millones, un 71% de ellas —US$ 1.563 millones— se hizo vía online. Así se desprende de un estudio de Kushki y Statista cuyas estimaciones para este año son aún más favorables, con US$ 2.102 millones en ventas en línea para 2023, de las cuales US$ 563 millones ingresan por concepto de “rentas vacacionales”, y —según el reporte— las apps para hospedajes cortos tienen la participación más importante, una tecnología que ha retomado el vuelo tras la pandemia, y promete seguir creciendo de cara a un nuevo período estival.
Si bien son diferentes aplicaciones las que proveen estos servicios, la más reconocida e importante es Airbnb, plataforma que los hoteleros tradicionales miran con desconfianza y cierto resquemor. Ellos acusan: “La competencia es desleal, cuando sabemos que no se está tributando, que no se paga un IVA, que no se cumplen la certificaciones”, señala Alberto Pirola, presidente de Hoteleros de Chile y de la cadena Noi. A su juicio, todo esto hace que un Airbnb tenga un costo un 25% a 30% más bajo que un hotel. A lo que agrega que el Sernac y otros entes reguladores no tienen potestad para exigir el respeto normativo frente a problemas comerciales o financieros.
Países como EE.UU., Inglaterra, Italia, Portugal, España, Colombia, entre otros, han centrado su atención en Airbnb y comenzado una severa regulación. Dentro de las restricciones que han implementado para esta y otras aplicaciones similares está otorgar una cierta cantidad de licencias para ofertantes de alojamientos temporales; limitar a 90 o 180 días al año la cantidad de tiempo que pueden arrendar; o directamente prohibir el uso de la plataforma para regular el turismo excesivo en ciertas zonas y para garantizar que haya suficientes viviendas para los residentes.
En Chile, la Corte Suprema ya ha emitido fallos sobre la legitimación que tendrían las administraciones de edificios para prohibir a los propietarios arrendar sus departamentos por menos de 30 días, que en algunos casos vulnera las normas de copropiedad.
Luis Vallejos, presidente de la Asociación Gremial de Administradores de Condominios y Edificios de Chile (Agacech), asegura que si bien su postura no es del todo contraria al uso de plataformas como Airbnb en edificios, alerta sobre los riesgos de seguridad que implica el constante ingreso de huéspedes a los condominios o edificios residenciales.
Señala que hoy “no son legales”, y de permitirse, debe estar indicado en el reglamento de copropiedad de cada comunidad. Agrega que lo más común es que se prohíba.
“Es una solución que funciona muy bien para la persona que lo usa, pero trae varias problemáticas, porque rompe lo más preciado que tiene la comunidad que es la seguridad, generando flancos a causa de nuevos visitantes a cada rato”, afirma.
Desde la empresa de servicios inmobiliarios Colliers estiman que si bien la oferta de departamentos para arriendos a 12 meses o más es muy superior a la oferta de arriendos de corto plazo, hay una proporción importante destinada al arriendo a través de las plataformas digitales, que además, ha vuelto a crecer después del término de la pandemia.
Su vicepresidente, Reinaldo Gleisner, sostiene que los valores “han tenido una tendencia de rezago frente a la inflación y no se ha visto un aumento como consecuencia directa de los arriendos de corto plazo”. Sin embargo, dice que es esperable que en ubicaciones de mucho valor por conectividad o entorno urbano, el mercado de arriendos cortos desplace el mercado de arriendos tradicionales.
¿Qué dice Airbnb?
A través de su página web, Airbnb explica a los usuarios las implicancias que acarrea el uso de la app. Allí recomienda informarse sobre la regulación nacional, y realizar un descargo de responsabilidad frente a hechos que ocurran en contexto de la prestación de servicios. Se lee: “En algunos lugares, las leyes restringen la capacidad para alojar huéspedes a cambio de dinero durante estancias cortas. (...) También es posible que algunos tipos de reservaciones a corto plazo estén prohibidos”.
Aclaran que se encuentran trabajando con gobiernos alrededor del mundo para ayudar a que las normativas sean más claras, de forma que resulte fácil para cualquiera comprenderlas.
Puntualizan en su web, esp sí, que: “Usted asume libre y voluntariamente esos riesgos al elegir participar en dichos Servicios del Anfitrión”.
Contactada direcatmente la empresa, no emitió una respuesta.
La ambigüedad de la regulación y los cuestionamientos del sector, sin embargo, aún no reditúan en denuncias importantes ante el Sernac: solo hay cinco en el año.
En materia tributaria, el Servicio de Impuestos Internos (SII) explica que Airbnb forma parte de los proveedores de plataformas de servicios digitales sin domicilio ni residencia en Chile inscritos en el SII para declarar y pagar el IVA a los Servicios Digitales.
Desde el organismo, explican que se contactaron con los principales comercios y plataformas extranjeras para explicarles las características de este impuesto y resolver sus dudas. Se trata de un sistema simplificado especial de tributación mediante el cual tributan las big techs como Google, Netflix, Apple, Spotify, u otras. En ese contexto, aseguran, que Airbnb está cumpliendo con la normativa vigente en Chile.
Industria del turismo
Por parte de los diferentes actores del turismo, las miradas contrastan. Desde el gremio hotelero califican como “competencia desleal” a las aplicaciones de corta estadía, pues —señalan— funcionan en la irregularidad y sin certificaciones. Además, dicen, “no necesitan permisos ni impuestos lo que los convierte en una oferta más conveniente”.
Alberto Pirola, presidente del gremio hotelero explica que el sector mantiene un déficit del 27% de ocupación respecto a años normales. Y agrega, “Tesorería dejaría de percibir unos US$ 350 millones por parte de los negocios de Airbnb, debido a que la empresa tributa de manera diferente en Chile, no paga un impuesto a la renta ni una patente comercial”.
En el sector estiman que un 80% de los extranjeros que entran al país y no se hospedan en hoteles, hacen uso de aplicaciones.
Desde la Federación de empresas de Turismo (Fedetur) tienen una mirada diferente; apoyan la existencia de plataformas , pues promueven la competencia, pero sostienen que es relevante que el alojamiento que se ofrezca en estas plataformas sea formal.
La presidenta ejecutiva de Fedetur, Helen Kouyoumdjian, dice que “para que haya igualdad de condiciones al momento de competir, deben tener las mismas exigencias que se le pide a la oferta regular, estar sometidos a las mismas fiscalizaciones y permisos a las que está sujeta el resto de la industria”.
Y es justamente en eso en lo que están avanzando. Si bien, hoy no existe ningún proyecto de ley que busque normar el sistema, para que se convierta en una actividad regulada solo bastaría que la Subsecretaría de Turismo se reúna con Airbnb y acuerde exigir a cada prestador de servicio de hospedaje estar inscrito en el Registro de Proveedores de Servicios Turísticos de Sernatur.
El 23 de mayo, Airbnb —representado por Claudio Magliona— se reunió con la Subsecretaría, pero fue básicamente una instancia solicitada por la aplicación de presentación, no se abordaron temas respecto a la regulación.
La Fiscalía Nacional Económica inició en marzo de este año un estudio sobre el mercado de hospedaje en Chile, que incorpora a las plataformas digitales que participan.
La subsecretaria de Turismo, Verónica Pardo, sostiene que “el informe será fundamental para realizar un análisis con información actualizada y confiable y en función de aquello, definir las políticas públicas que se implementarán al respecto”. Solo tras este reporte, se evaluaría la forma para que Airbnb sea una actividad regulada.
Se proyecta que las transacciones en línea del turismo sumen US$ 2.102 millones este año, de las cuales US$ 563 millones ingresarán por concepto de ‘rentas vacacionales'.
Pais: Chile
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Fecha: 2023-10-15
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Tipo: Prensa Escrita
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Página(s): B6
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Sección: Enfoques
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