Acercar los servicios a las zonas periféricas, incluir los desafíos climáticos, pero, sobre todo, diseñar ciudades y no solo pensar en construir viviendas. Esos, para los arquitectos y especialistas del sector, son los principales desafíos que enfrentan hoy las urbes chilenas, justo cuando ayer se celebró el Día Mundial de las Ciudades, jornada impulsada por la ONU para promover la importancia de la urbanización como una forma de fomentar la igualdad mediante el acceso a servicios.

De hecho, de acuerdo con un informe de Corporación Ciudades, una de las áreas en donde más se necesita avanzar es en acercar los servicios de la ciudad a las zonas periféricas, donde se han construido la mayor parte de las viviendas sociales.

Al estudiar las inversiones públicas de Iquique-Alto Hospicio, La Serena-Coquimbo, Valdivia, Coyhaique y Punta Arenas, el análisis arrojó que solo el 12% de los proyectos se localizaron en los barrios con mayores requerimientos de mejoramiento urbano.

Martín Andrade, director ejecutivo de la Corporación, asegura que hoy 'el principal desafío es, frente al déficit habitacional, avanzar simultáneamente en el déficit de ciudad que se vive actualmente. En los centros urbanos del país residen 9 de cada 10 personas'.

Lake Sagaris, doctora en planificación urbana, señala que en Chile 'está la idea de que uno puede tomar un molde y aplicar soluciones de fábrica. Eso ha generado frustraciones, ya que se soluciona el problema de la vivienda, pero se crea otro: el de acceso'.

Según Andrade, acercar los beneficios de la ciudad 'no es solamente extender las líneas del metro', lo cual considera 'un tremendo avance', sino que también implica diseñar una infraestructura que lleve equipamiento, comercio y otros servicios a zonas periféricas.

Coincide la arquitecta Pilar Giménez, directora del Centro de Estudios Territoriales de la U. de los Andes, quien afirma que 'uno de los problemas más complejos de abordar en nuestras ciudades es el de la segregación social urbana, provocada por décadas de avance en la reducción del déficit habitacional centrados solo en lo cuantitativo, sin poner atención en la localización de estas viviendas y su cercanía a bienes públicos urbanos mínimos'.

Advierte que revertir este proceso es 'una tarea compleja', pues requiere una 'intervención sistémica' y una acción colaborativa de todos los actores. En esa línea, considera que una de las mejores herramientas es fortalecer las capacidades de los municipios, que 'están más cerca de las necesidades de las personas'.

Sin embargo, un estudio de la Cámara Chilena de la Construcción de este año muestra que un 51% de la inversión total que se ha hecho en el país para mejorar el bienestar territorial se concentró en solo cuatro regiones: Metropolitana, Valparaíso, La Araucanía y Biobío.

Nicolás León, gerente de Estudios y Políticas Públicas de la CChC, asegura que 'el diagnóstico es que más de 2 millones de personas viven en zonas críticas, por su falta de acceso a estándares mínimos urbanos, y si a eso se le suman las zonas intermedias, cerca del 70% del territorio urbano requiere cierta intervención'.

Pese a ello, algunos expertos también reconocen que se han hecho avances como el legado urbano que dejará la realización de los Juegos Panamericanas o, según otro informe de Corporación Ciudades, la existencia de 530 parques urbanos a lo largo de todo Chile, lo que representa el 44% de la superficie de áreas verdes en el país.

Nuevos desafíos

Uno de los hitos más importantes según los expertos a la hora de enfrentar el déficit de ciudad fue la elaboración de la Política Nacional de Desarrollo Urbano en 2014. Paola Jirón, presidenta del nuevo Consejo Nacional de Desarrollo Territorial, sostiene que el año que viene corresponde actualizarlo para poder incluir nuevos desafíos que han surgido.

'En Chile tenemos una urgencia de abordar los problemas en una materia territorial. Vamos a priorizar materias como el cambio climático y cómo se adaptan las ciudades y las áreas rurales o la amplia discusión de agilizar los permisos ', comenta.

Sobre el cambio climático, lo cataloga como 'la discusión más urgente' y asegura que esto implica 'sentarse a pensar, por ejemplo, cómo se van a enfrentar en las ciudades las altas temperaturas que se van a vivir en el verano'.