-Da un cosquilleo en la guata de emoción. Más allá de los shows que hicimos, teníamos hace tiempo ganas de hacer algo realmente especial para celebrar los 20 años de '31 Minutos' y toda la historia del programa. En este tiempo, Tulio ha anunciado de todo: la llegada de la televisión a color, el fin del mundo... Hay una cantidad tan grande de tonteras para recordar. Nunca habíamos hecho algo parecido y siento que es como escribir un guion también. Por ejemplo, si en una parte va a aparecer Guaripolo (gracioso títere de color naranja autodenominado 'el personaje favorito de los niños de 31 minutos' que constantemente desconoce a los protagonistas del programa), su participación en la exposición también tiene que ser 'guaripoliana' —cuenta emocionado Pedro Peirano, creador y director junto a Álvaro Díaz del emblemático noticiario infantil '31 minutos' sobre el enorme recorrido interactivo que preparan para conmemorar los 20 años de la emisión del primer capítulo del programa en TVN.
Se trata de 'Museo 31', la primera exposición del universo de '31 minutos' que se podrá visitar entre el 13 de enero y el 29 de febrero de 2024 en el Centro Cultural La Moneda, en el marco del Festival Internacional Teatro a Mil, que este año pone el foco en las infancias. La entrada para los niños menores de 12 años será gratuita (se descargan en Ticketplus).
—'31 minutos' se ha vuelto un referente muy importante para la cultura de Chile, son patrimonio, son los rockeros de los niños, llenan teatros, estadios y son únicos. Por eso, a través de esta muestra inédita, el festival quiere poner este año el foco en las niñas y niños —dice Carmen Romero, directora de la Fundación Teatro a Mil, con la que el programa tiene una historia de larga data: con la idea de poder generar el interés de los niños por los clásicos, '31 minutos' creó para el festival una obra inspirada en 'Romeo y Julieta' y otra en el Quijote, protagonizadas por los títeres del programa. Y el año pasado, luego de ver la exposición de pinturas de Mon Laferte que exhibió en el Centro Cultural La Moneda durante el festival, los creadores de '31 minutos' tuvieron la idea de montar su exhibición en el mismo lugar.
Más que una
colección de títeres
Esta exposición mostrará por primera vez al público los títeres, los muñecos, el vestuario, las cientos de corbatas de su conductor Tulio Triviño y todos los artículos de utilería que se usaron para realizar el programa durante estas dos décadas en los estudios de Aplaplac. Pero no solo se exhibirán artículos de colección, 'Museo 31' será un recorrido interactivo por la historia del programa desde sus inicios, con referencias a los cientos de personajes que pasaron por sus capítulos, las icónicas canciones y los distintos hitos que ha recorrido el programa, como sus espectáculos en vivo, sus discos o su película, que será proyectada en una de las salas de la exposición, que contó con la curatoría y diseño de José Délano.
—Es un viaje por la historia de '31 minutos', pero sobre todo por su imaginario, desde el piloto hasta los más de 300 títeres que tenemos todavía. Nos permitió hacer un gran inventario de todo lo que teníamos guardado —bromea Álvaro Díaz y agrega: —El desafío fue crear experiencias nuevas para que no sea solamente una exhibición de materiales, sino algo que permitiera realmente interactuar con el mundo de '31 minutos'.
Así, la exhibición también contempla un taller de títeres donde se podrá ver el proceso de armado de los muñecos, un espacio donde se podrán escuchar las distintas canciones, una muestra de los guiones y un archivo con distintos recuerdos, imágenes y objetos de la producción del programa de televisión y de los shows en vivo, y los personajes que nunca salieron al aire, entre otras sorpresas que los creadores prefieren no revelar para que quienes asistan puedan vivir la experiencia completa. La guinda de la torta será una recreación interactiva del set del noticiero de '31 minutos', donde los asistentes podrán sentirse parte del show.
—Por un lado, está la parte visual, los capítulos, los personajes o guiños que la gente que vio el programa va a disfrutar mucho, como la guerra de los tarros, o también estará el Monstruo, el títere más grande que hemos hecho, para cuando fuimos al Festival de Viña. Pero además hay una parte técnica que quisimos mostrar: cómo se graba, cuánta gente hay detrás... y está todo lo que ha generado '31 minutos' en la gente y muchos secretos también —agrega Pedro Peirano.
Un inicio amateur
—Hay una idea equívoca de que '31 minutos' es algo que hacemos con cuatro manos y dos calcetines. '31 minutos' se volvió una actividad compleja que tiene mucha producción, mucho trabajo y mucha gente detrás. Con Pedro nos llevamos los aplausos, pero lo cierto es que es un proceso muy colectivo donde trabajan alrededor de 30 personas, más, si consideramos los detalles de todos los conciertos, obras y todas las distintas producciones que se han hecho a partir del programa —explica Álvaro Díaz.
Desde el estreno del primer capítulo de '31 minutos' por TVN en 2003, se emitieron en total 4 temporadas con 68 episodios. El programa fue traducido al portugués y emitido en cable para toda Latinoamérica. Se confeccionaron cientos de títeres, sus canciones fueron editadas en 4 discos de estudio y han realizado 7 giras musicales, incluyendo un exitoso paso por el Festival de Viña en 2013, donde recibieron todos los galardones. Dos obras de teatro, una película, decenas de premios, incluyendo el Altazor, el Apes y una nominación a los Emmy. Cientos de miles de oyentes mensuales en Spotify, más de un millón de seguidores en redes sociales y merchandising de todo tipo: ropa, bolsos, libros, una enciclopedia con trivia del programa, DVDs, vinilos, un skate e incluso calzoncillos con los personajes de '31 minutos'.
—Yo siempre lo miraba como algo que estaba muy bien hecho, pero me pasó que ahora revisando los primeros capítulos me doy cuenta de lo amateur que era todo, y eso tiene mucho encanto también —recuerda Álvaro entre risas y describe un capítulo donde aparecían 'los hombres musculosos' (un grupo de muñecos Ken y hombres de acción), que al volver a verlo le pareció como un video aficionado —pero estaban tan bien contadas las cosas que eran tan sencillas, igual que las canciones, tan simples, que uno entiende ahí por qué generó ese impacto. Ese arrojo, que está sobre todo en las primeras temporadas, es lo que intentamos transmitir en la muestra —adelanta Álvaro.
Calcetines con ojos
Todo empezó hace 20 años, cuando Pedro Peirano invitó a Álvaro Díaz a participar de un proyecto para un programa infantil de títeres. Álvaro recuerda:
—Me encargaron un segmento de medio ambiente. Había que hablar de unas plantas de tratamiento de agua, era algo muy fome. Y se me ocurrió entonces que se podía hacer una nota periodística desde la mirada de un adulto serio y describir 'la ruta de la caca'. Recuerdo que esa nota la grabé yo mismo, fui con una cámara que me prestaron y la editó Pedro en su computador. Era todo muy precario. Y tomamos esta estructura de noticiero que conocíamos muy bien, porque los dos somos periodistas, y de a poco los títeres empezaron a tomarse el protagonismo. A cualquier cosa le poníamos ojos y quedaba bien.
—Al principio iban a participar niños, iba a ser más collage, pero los títeres se fueron tomando todo. Y nunca nos imaginamos lo difícil que era. Si no te dolió nada, es porque el títere está mal puesto —bromea Pedro.
Y a pesar de que ambos están muy entusiasmados con la exposición, no quieren que parezca un cierre de algo que ya pasó, y adelantan que a '31 minutos' le queda cuerda para rato:
—No me gustaría que esta exposición se viera como un mausoleo o un homenaje. '31 minutos' está muy vigente. No es solo melancolía y recuerdos, sino un viaje a algo permanente, algo que está sucediendo y que está muy vivo —dice Álvaro Díaz, y Pedro Peirano complementa:
—Pero si la gente quiere ir a 'nostalgear', bienvenida sea. Hay niños que vieron '31 minutos' en la tele y que hoy son adultos, y también a nosotros nos ha producido mucha nostalgia ver el programa 20 años después. Y por supuesto que hay un montón de planes, algunos no se pueden contar aún, pero nos gustaría mucho que esta exposición pudiera viajar por Chile y por el mundo. Todas estas cosas son lo que vemos todos los días en la oficina y a veces se nos olvida que tienen este nivel de magia que ahora por fin podemos compartir... Al final, esa siempre fue la idea de '31 minutos': invitar a los niños a tomar cualquier cosa de su casa y jugar. Como este par de tarros con ojos.