Según el último sondeo de Fondo Esperanza, el 64% de los emprendedores ha perdido su capacidad de ahorro, y un 62% de estos citan como principales motivos la falta de ingresos. A esta realidad se suma el hecho de que este año, entre enero y octubre, 860 empresas quebraron. Sin embargo, las pequeñas y medianas empresas que aún tienen sus negocios en pie pueden darle la vuelta a este escenario preparando su planificación financiera del próximo año.
“Las pymes que pudieron recuperarse y sobrevivir a los problemas económicos de este año están mejor preparadas para lo que se viene. De hecho, hemos notado que ha aumentado, en comparación a años anteriores, la cantidad de emprendedores que ya han comenzado a evaluar con anticipación los diversos escenarios de cara al 2024 con el fin de tomar decisiones financieras con tiempo”, explica Francisco Goycoolea, experto en financiamiento para pymes y gerente comercial de CFC Capital.
Si usted es de los emprendedores que están en busca de información, asesoramiento y ayuda económica para ordenar su empresa y prepararse para el 2024, siga los siguientes 4 consejos:
Realizar análisis exhaustivo del entorno actual: frente a la situación de crisis en la que se encuentra el país es necesario identificar los factores estratégicos del entorno y diferenciar entre oportunidades y amenazas. De esta forma, determinará a qué se enfrenta la empresa y cuáles son sus factores clave de éxito. Considerar que el entorno engloba todas aquellas cuestiones que están fuera de la empresa, las que influyen directa o indirectamente en su actividad y pueden cambiar con el tiempo.
Mantener las obligaciones de la empresa: al comenzar un nuevo mes o año, es primordial priorizar el cumplimiento de las obligaciones de su empresa; es decir, el pago de sueldos, impuestos y proveedores estratégicos. Esto es fundamental para un buen negocio y para estar más cerca de los números presupuestados con la realidad de la empresa.
Armar el presupuesto correctamente: a la hora de preparar el presupuesto del próximo año se deben tener en cuenta variables como: precios, capacidad instalada, costos y financiamiento. Respecto de los precios, en una economía como la actual, esta es una variable que se debe sensibilizar a la baja ya que los mismos actores compiten por igual o menor demanda. Respecto de la capacidad instalada, se debe ajustar el tamaño de la empresa para que no esté sobredimensionada para mercados que se contraen, y en el mejor de los casos, debemos prepararnos para una eventual mayor demanda, generada por nuevos clientes y/o contratos. Lo anterior —según nos comentó el experto— tiene implicancia directa en los costos, “ya que si estamos sobredimensionados, esto se traducirá en costos que de una u otra forma se deberán ajustar”.
Adquirir financiamientos correctos: al armar su presupuesto debe evaluar la búsqueda de un medio de financiamiento que se ajuste a sus necesidades. En períodos de desaceleración de la economía —como el actual— y al ver que los márgenes se estrechan y el acceso al crédito se dificulta, se abren algunas oportunidades de financiamiento alternativo. Un ejemplo de ello son las operaciones de factoring que favorecen el problema de liquidez en la pyme y pueden ser adquiridas por empresas que presentan deudas bancarias.