Pais:   Chile
Región:   Bío Bío
Fecha:   2023-11-22
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   13
Sección:   Crónica
Centimetraje:   36x28

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EN UNA CASA DE LA VILLA GALILEA se habilitó parte de las dependencias de la Universidad Bolivariana.

Carlos Cáceres Valdebenito, presidente de la junta directiva de la Universidad Bolivariana.
La Tribuna
Descartan cierre de la Universidad Bolivariana, a pesar de las deudas por $254 millones
Desde la institución reportaron que gran parte de la deuda actual se debe a los aranceles impagos de parte de los estudiantes, los cuales ahora arriesgan su continuidad de estudios para el 2024 si no se ponen al día con sus compromisos financieros.
Un total de 60 mil estudiantes están matriculados en instituciones de educación superior en riesgo financiero, de acuerdo al último informe de 'Salud Financiera en la Educación Superior en Chile' de la Superintendencia de Educación Superior. La cifra, que corresponde al 4,4% de los estudiantes de ese sector educacional, estaría demostrando un descenso en comparación con os años anteriores. Esto significa que diez centros de formación técnica, nueve universidades y seis institutos profesionales presenten actualmente cierto grado de estrés financiero. Uno de esos ejemplos ocurre en la ciudad de Los Ángeles con los problemas presentados en la sede local de la Universidad Bolivariana, cuyo caso fue dado a conocer por diario La Tribuna hace algunos meses en que se contó de la paralización y manifestación de docentes y alumnos por no poder realizar sus clases con normalidad.

En conversación con el presidente de la junta directiva de la Universidad Bolivariana, Carlos Cáceres Valdebenito, se abordó este tema y cuáles han sido las dificultades financieras que han enfrentado para seguir dando continuidad a sus servicios educativos. 'En el caso nuestro, la universidad ha estado pasando por una crisis bastante fuerte porque la morosidad y la situación económica global nos golpearon duramente y a los alumnos les ha costado mucho ponerse al día en sus obligaciones económicas', argumentó el directivo. Según Cáceres, 'se sabe que las universidades no son una empresa, sin embargo, se tienen que manejar de una manera muy similar. La única diferencia entre una empresa y una universidad sin fines de lucro es que la universidad no reparte utilidades, pero la universidad si debe tener ingresos para cumplir sus egresos.

Por lo tanto, si los alumnos no proveen o no cumplen sus obligaciones económicas es muy difícil, o imposible, que la universidad pueda solventar los egresos'. Reportó además que la universidad tiene una deuda de 254 millones de pesos pero 'a nosotros los estudiantes nos deben 850 millones de pesos. Por lo tanto, lo que está viviendo la universidad es producto de la alta morosidad. Nosotros, al ser un ente privado, no recibimos aportes estatales ni de ningún tipo'. El directivo señaló también que esta situación conlleva también problemas a los estudiantes que sí han estado al día en sus pagos y que han cumplido sus obligaciones financieras con la institución. Sin embargo, Cáceres reconoció que también existen decisiones tomadas en su momento que agravaron la crisis económica: 'Algunas autoridades de la universidad tomaron decisiones sin estar habilitados para suspender pagos y autorizar matrículas sin estar los pagos al día. Hay casos donde estudiantes por tres años consecutivos no han pagado nada'.

Por la misma razón, el directivo aseguró que aquellos estudiantes que no estén al día en sus cuotas, no se podrán matricular en el año académico 2024. Además, tampoco habrán convenios de pago ni repactaciones de alumnos morosos, lo que implica que no se entregarán documentos, diplomas y certificados. Frente a la consulta de si es posible que la universidad cierre, el presidente de la junta directiva lo descartó: 'Definitivamente no, lo que sí es cierto es que vamos a pasar momentos bastante incómodos en el sentido de que debemos hacer ajustes, y eso tiene que ver con que no se le dará matrícula a nadie que no tenga su situación financiera al día'. Para los casos de alumnos que llevan tres años sin pagar, aseguró que 'ellos son los que ponen en riesgo su continuidad de estudios. A esta universidad no se le puede obligar que les dé educación gratuita porque es una universidad privada', expresó el directivo.
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Pía Oliva Moscoso -