Una de las zonas donde ya se ha avanzado en la organización de los actores de la naciente industria del hidrógeno verde (H2V) en el país es la Región de Magallanes. Ahí, el recurso eólico y su conectividad prometen impulsar la producción de este tipo de combustibles tan necesario para la descarbonización.

'Contamos con el mejor viento del mundo, con un ‘factor de planta’ que nos va a permitir producir hidrógeno verde a bajo costo. Nuestra posición geoestratégica y conectividad interoceánica facilitará el acceso a los mercados de Norteamérica, Europa y Asia', explica María Isabel Muñoz, gerenta general de H2V Magallanes, organización que agrupa a las empresas desarrolladoras de proyectos de hidrógeno verde y sus derivados en la región.

En 2021, Corfo elaboró una hoja de ruta para el desarrollo de esta industria en la región y como parte de su implementación se creó el programa 'Transforma Regional Hidrógeno Verde Magallanes', dirigido por el Gobierno Regional, Corfo y la Seremi de Energía. En el caso de los proyectos, Corfo tiene mapeados 14 en diferentes etapas de desarrollo, 'desde los que están casi listos con la definición de línea base medioambiental, hasta inversionistas que aún buscan terrenos para negociar', detalla María José Navajas, directora regional de la estatal en Magallanes, adelantando que para su segundo año de implementación, el programa ya cuenta con un presupuesto que bordea los 400 millones, destinado a actividades como difusión y fortalecimiento del capital humano.

En esa misma línea, Muñoz agrega que se espera que los proyectos asociados a la organización gremial alcancen una capacidad instalada de 30 GW, con una inversión aproximada de US$ 60 mil millones, en una escala de tiempo entre ocho a 15 años.

Los proyectos

Uno de los proyectos en vías de desarrollo es Vientos Magallánicos, de la empresa RWE Renewables y ejecutado en la comuna de Laguna Blanca, el cual se espera que genere aproximadamente 1 GW de energía eólica para producir unas 62 mil toneladas por año de H2V y cerca de 475 mil toneladas de amoníaco verde.'Hoy estamos avanzando en estudios ambientales, arqueológicos y paleontológicos, además de alternativas de transporte', puntualiza la New Business and Stakeholders Director de la firma, Loreto Rivera.

Otro ejemplo es el proyecto Gente Grande, de TEG Chile, en la provincia de Tierra del Fuego. Actualmente está en fase de estudios de línea ambiental.'La configuración del proyecto nos permite tener acceso a agua de mar para la desalación, así como a aguas abrigadas que factibilizan la instalación de infraestructura portuaria y el proceso de producción con la mínima dependencia de servicios e instalaciones externas', afirma el gerente de Asuntos Públicos de la compañía, Víctor Fernández, sobre las motivaciones para elegir Magallanes.

Por su parte, ENAP anunció en abril de este año un proyecto piloto en Cabo Negro que se espera esté activo en 2025, a lo que suma el acuerdo con otras seis compañías, donde dispondrán de la infraestructura común necesaria.'Lo que estamos haciendo es estudiar junto a los proyectos el desarrollo de la infraestructura logística y portuaria que ya tenemos en Magallanes, y que servirá para la producción en la zona', explica Rodrigo Bustamante, gerente de ENAP Magallanes.

Desafíos

A pesar de las potencialidades, desarrollar el ecosistema del H2V 'implica hacer frente simultáneamente a desafíos en distintos planos, como la obtención de permisos para construir parques eólicos, la expansión de las capacidades portuarias, la mejora de la logística terrestre y, por supuesto, todo lo que se refiere a la atracción hacia Punta Arenas y sus alrededores de personal técnico capacitado y sus familias', sostiene Cornelia Sonnenberg, gerenta general de AHK Chile. A sus ojos, el foco de la industria el próximo año debería centrarse en la obtención de los permisos necesarios para los proyectos que actualmente están en fase de planificación.