Señor Director: Hace pocos días, se publicó una nota que destacaba la caída en el precio de las oficinas en Santiago centro, que llegaron a un nivel similar a lo registrado en la década de los '80. Una transacción en particular de un edificio de casi 3.000 m2 sobre la calle Santo Domingo que no superó los 12 UF/m2, llegando a un precio total de UF 36.000.

En el segmento habitacional, este nivel de precios no se ve ni siquiera en las áreas más perimetrales de la capital. Por lo mismo, creo que estamos frente a una oportunidad única y que se debiera aprovechar para adquirir inmuebles a precios históricamente bajos, con la proyección de reconvertir su uso a habitacional.

Favorecer alianzas público-privadas puede ser el camino no solamente de atajar parte del problema del déficit habitacional, sino de revitalizar sectores que en los últimos años han sido abandonados, como es el caso de Santiago centro. La posibilidad de cambiar la normativa municipal en este aspecto sería un acierto en términos de políticas públicas habitacionales, dando el espacio para generar proyectos de carácter social en una ubicación inmejorable. Sería un buen ejemplo de coordinación del aparataje estatal, tan escaso en estos días.