Aún sin las cifras oficiales de 2023, se consolida una situación crítica para la niñez en Chile, pese a los cambios en materia legislativa que debieran manifestarse en una prioridad en las políticas y programas públicos para este segmento. En días recientes hemos sido testigos de delitos violentos que han cobrado la vida de niños y adolescentes o los han dejado en condición crítica. En 2022 hubo 54 homicidios de niños, niñas y adolescentes, el 4% del total nacional. Las estadísticas de 2023 parecen indicar que en ningún caso se revertirá esa tendencia. Asimismo, se estima que más del 50% de aquellas víctimas han protagonizado hechos delictivos.

Según el Observatorio Niñez de Fundación Colunga, uno de cada tres niños ha presenciado tráfico de drogas, balaceras o disparos. La normalización de la violencia afecta seriamente el desarrollo de conductas prosociales y la formación de la identidad. Las policías han destacado el incremento en la participación de niños y jóvenes en delitos contra las personas y han señalado que uno de cada tres miembros de bandas delictivas son niños.

Durante 2023 se promulgó la ley que tipifica el delito de explotación sexual comercial infantil. Aunque este es un paso importante, aún queda mucho por hacer; las denuncias se han duplicado, pero sólo se obtiene condena en uno de cada diez casos investigados.

En materia educativa, los elevados registros de ausentismo crónico, sobre 900 mil alumnos, están a la base de otras graves vulneraciones, como el trabajo infantil no regulado o el consumo problemático. El acceso a la salud de la niñez vulnerada se ha visto seriamente comprometido con el aumento sostenido de las listas de espera en el Servicio de Protección Especializada 'Mejor Niñez', que más que triplican las de 2021, superando los 35 mil niños. Subsiste también un déficit de cobertura en materia de salud mental especializada que afecta a más de 14 mil niños, niñas y adolescentes. Frente a este escenario es muy importante la implementación del Sistema de Protección Integral de la Niñez (Ley de Garantías). Es fundamental que las Oficinas Locales de la Niñez cuenten con modelos y oferta programática preventiva y con evidencia, además de un reglamento que permita el ejercicio pleno de sus funciones.

Debemos dejar de llegar tarde y asumir con decisión este desafío en el año que comienza.