Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2024-01-26
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   2
Sección:   El Día
Centimetraje:   29x23

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La medida redujo el tiempo de espera de atención de 1.443 días a 189.
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El nuevo plan funcionó en el departamento de Traumatología gracias a un proyecto del BID
Con un simple cambio, el Hospital Padre Hurtado redujo en 97% la lista de espera
La clave es la incorporación de una kinesióloga en el proceso de gestión que agilizó los exámenes.
El Laboratorio de Innovación Pública de la Universidad Católica (LIP UC) logró que en 33 meses la lista de espera de Traumatología del Hospital Padre Hurtado, que pertenece al Servicio de Salud Metropolitano Sur Oriente, disminuyera de 5.975 personas a solo 157, lo que equivale a una reducción del 97%. Además, el mismo hospital que atiende a los vecinos de las comunas de La Granja, San Ramón y La Pintana bajó el tiempo de espera 1.443 días a 189, lo que corresponde a una disminución promedio del 87% en los días de espera por atención traumatológica.

Cristóbal Tello, director de LIP UC, explica que gracias al Banco Interamericano de Desarrollo (BID) implementaron en el Hospital Padre Hurtado el proyecto Salud Oportuna, que busca gestionar de mejor manera los recursos para que los pacientes que llegan al especialista no pierdan su tiempo y la consulta sea resolutiva. 'Lo que hicimos fue mejorar el proceso de atención durante todo el viaje del paciente, que parte en la Atención Primaria de Salud o en los Cesfam, hasta que finalmente es atendido por un especialista en el hospital', describe.

¿Cómo lo lograron?

'Rediseñamos el proceso de atención. Una kinesióloga se encarga de contactar a los pacientes que llevan años esperando, gestiona su trayectoria, resuelve los obstáculos que se presentan y agiliza el proceso de toma de exámenes para que la primera consulta con el traumatólogo sea resolutiva'.

Pero eso es muy simple.

'Muchas veces las personas esperan atención por falta de comunicación. Lo que hicimos fue mantener el contacto con los pacientes. La gente que lleva un año esperando es difícil volver a contactarlos porque cambian su número de teléfono, cambian de dirección o de correo electrónico. Además, la idea es estar contactados con las personas para mantener actualizados sus estados de salud y saber efectivamente a quién atender antes'.
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¿Y eso de los exámenes?

'Eso es clave. La kinesióloga se encarga también de preparar las órdenes de exámenes para que lleguen con los resultados a la consulta con el especialista. La idea es que tenga la información para hacer diagnóstico o derivar. Muchas veces se pierden consultas porque la persona acude con los exámenes vencidos o porque le faltan. La kinesióloga se encarga, además, de agilizar exámenes complementarios que pide el especialista cuando el paciente llega a la primera consulta. En el fondo optimizamos el trabajo de los especialistas aprovechando al máximo el tiempo que tienen y eso se logra con la preparación previa del paciente, monitoreando su estado de salud y con acompañamiento permanente. Así redujimos la lista de espera en traumatología'.

Es barato, entonces.

'Buen punto. Esta es una metodología de bajo costo. Aquí básicamente lo que se ha reforzado es la capacidad de gestión de los equipos médicos que ya existen, con los recursos que ya existían. Perfectamente es escalable a los distintos establecimientos de salud del país. No fue necesario comprar nuevos equipos ni nueva tecnología para lograr estos resultados. Es posible hacerlo mejor y hacer más con los recursos que hay en el sistema'.

En el hospital

Patricia Jara, especialista del BID, asegura que la aplicación del programa Salud Oportuna es un caso de éxito en el sistema público de salud con la colaboración de privados. 'Reducir en 97% la lista de espera es un logro a destacar y es un tema de interés para el BID, porque sin salud no hay desarrollo. Siempre existirán listas de espera en todos los países. El problema ocurre cuando son innecesarias, extremadamente prolongadas y generan daños en la población por falta de atención', enfatiza.

'Está demostrado que si esta persona no estuviera (kinesióloga) nuevamente tendrías una lista de espera gigante. Lamentablemente es así. Necesitamos una persona que se dedique a gestionar esto. Si bien es un costo, yo lo veo mínimo porque tenemos que afrontar una situación real', destaca el doctor Álvaro Núñez, jefe de Traumatología del Hospital Padre Hurtado.

¿Ha visto que funciona, doctor Núñez?

'Piensa que teníamos más de mil días de espera en un paciente que podría tranquilamente haber dejado de tener síntomas o haberlos intensificado. Eso hacía muy difícil la resolución final del caso. Muchos pacientes no llegaban con esos exámenes y la lista de espera avanzaba por eso'.
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Camila Figueroa-