Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2024-02-03
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   A2
Sección:   Cartas y Opinión
Centimetraje:   24x5
El Mercurio
Iquique me impactó
Señor Director:
Soy argentino y desde hace casi 50 años viajo regularmente a Iquique y otros lugares de su país, con mi familia. Siempre me gustó el clima, la tranquilidad, el orden y la seguridad que había. Hace unos días volví por allí, luego de cinco años, pandemia de por medio, a descansar y pasear.
Me sorprendió la basura en las calles, playas y paseos. La gente cambió los niños por perros que deambulan y defecan en cualquier parte. Vimos gente paseando perritos en coches para bebés.
Me quedó la sensación permanente de ser asaltado o golpeado por delincuentes; incluso, conocidos míos fueron víctimas de la tremenda inseguridad.
Me encontré con estacionamientos blindados con chapas y alambres de púas, comercios con sus vidrieras bloqueadas con paneles, recomendaciones de no usar mi vehículo, sino moverse en taxi. Vi muchos locales cerrados y grandes tiendas que desaparecieron o pronto cerrarán. En la Zofri hay muchos locales cerrados y poca oferta de mercaderías.
También pude ver una enorme cantidad de cubanos, venezolanos y colombianos que parecen haber venido a vivir de lo que sea, pidiendo limosna en semáforos y en la vía pública, vendiendo baratijas o viviendo del delito.
También vi a muchos mendigos durmiendo en las calles, plazas y parques en condiciones deplorables, dando una penosa imagen de miseria y suciedad.
La iluminación que había en calles, playas y rutas está muy deteriorada, vandalizada o inexistente, seguramente por robos o deterioro por el paso del tiempo. Cuando comienza a oscurecer, es mejor quedarse en el hotel hasta el nuevo día, porque circular de noche asusta.
La verdad, parece una película de terror ver el deterioro de todo. Extrañé las parejas de carabineros que antaño circulaban por todos lados y a toda hora cuidando todo.
Qué pena, pobre país, destruido en tan poco tiempo. Parece increíble cómo los malos gobiernos pueden destrozar una nación. Pensé que solo en Argentina o Venezuela el populismo hacía tanto daño, pero el cambio, para mal, que vi en Chile, me impactó profundamente y me dio mucha tristeza.
Qué lástima.
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PABLO COTELLA