SEÑOR DIRECTOR:
Si algo nos dejó la pandemia, es lo necesaria que es la presencialidad para el aprendizaje de nuestros niños, niñas y adolescentes (NNA). Los espacios escolares (jardines infantiles, colegios y escuelas) juegan un rol insustituible, no solo para la adquisición de conocimientos. Resulta tanto o más relevante este espacio de convivencia para el desarrollo de las habilidades socioemocionales. Según el Foro Económico Mundial, la empatía, el liderazgo, el compañerismo, la autorregulación emocional, entre otras, serán importantísimas para lo que viene del siglo XXI.
En un momento tan complejo como el vivido en la Región de Valparaíso, se hace muy importante abordar la pérdida de establecimientos educacionales no solo por lo que los NNA pueden perder en aprendizaje, sino también por su propia salud mental y del desarrollo.
Según una encuesta a población escolar que aplica la Fundación San Carlos de Maipo cada dos años, la escuela es el factor protector más potente que tenemos frente a problemáticas como el consumo de drogas, la violencia, la delincuencia, la depresión o la ansiedad. Por tanto, todo esfuerzo que realicen las autoridades en la reconstrucción de jardines y escuelas también será un paso clave para la reconstrucción del complejo entramado que da sostén al desarrollo saludable y protegido de nuestros NNA.