Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2024-03-03
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   B8
Sección:   Economía y Negocios
Centimetraje:   53x27

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Karen Thal, presidenta de Icare.
El Mercurio
'No perdamos la capacidad de espanto', señala Karen Thal
Presidenta de Icare: “Llegó el momento de que todos cedamos un poco”
Se rebela frente al estancamiento económico y la inseguridad que vive el país; la líder de la influyente entidad empresarial llama a no resignarse 'a las bajas pensiones, a seguir muriendo en listas de espera, o niños muriendo en la calle'. ¿Cómo? 'Con más pragmatismo y menos ideología' para aprobar reformas urgentes.
Acaba de cumplir un año al mando de Icare. Karen Thal es la primera mujer en presidir el selecto club empresarial en sus 70 años de vida, y siente que ha sido una 'experiencia fascinante y un desafío tremendo' en tiempos complejos para las empresas, con la economía y el consumo deprimidos.
Conoce bien el tema. Sicóloga con un MBA en la UC, Thal (55) es además presidenta de la empresa de estudios Cadem y directora de la AFP Cuprum y de ChileMujeres. Y en estos meses, el Presidente Boric la ha nombrado directamente en cuatro de sus discursos, un récord inédito y más para una alta representante del mundo empresarial.
'Siento que hemos hecho un aporte al promover el debate de alto nivel para que el país pueda avanzar, en un momento dominado por el pesimismo', agrega. Y recuerda su primera Enade, el encuentro empresarial por excelencia en el país, y que en abril pasado marcó un hito público —y sacó aplauso cerrado— cuando al final de su discurso, Thal miró al Presidente y dijo: '¿Es posible imaginar un mejor logro para un Presidente que unir a la gente del país que ama?'.
—¿Cuál fue su objetivo?, ¿lo consiguió? 'Hicimos un llamado al Presidente a buscar acuerdos. Ahí dijimos 'imaginémonos que en Chile estamos en una serie de Netflix, el último capítulo de esta temporada puede terminar de dos maneras: sin acuerdo constitucional, sin reforma de pensiones, sin pacto fiscal, con la inseguridad desatada; o con una Constitución aprobada, una reforma de pensiones, un pacto fiscal procrecimiento, proinversión y medidas de seguridad efectivas''.
—Entonces, el final fue trágico, porque todo sigue igual.
'En abril hubo una inflexión en el país y después terminamos como terminamos. Es como una tragedia griega, nadie está dispuesto a ceder cuando tiene mayoría y quiere ir por todo. La primera convención estuvo dominada por la izquierda y fueron por todo; tuvimos una segunda oportunidad dominada por la derecha y republicanos, que también quiso ir por todo y se quedó sin nada. No hay diferencia entre Stingo cuando dijo 'nosotros ponemos la música, porque ustedes perdieron' y el Profesor Silva con su '¿por qué tengo que negociar si somos mayoría?'. Fue un ejercicio muy frustrante para la gente'.
—¿Por qué cree que la política desvalorizó los acuerdos?
'Se desvalorizaron los acuerdos, porque se puso de moda que eran cocina, los 30 años, cuando en verdad los años en que Chile más creció fue con acuerdos. Eso nos hizo súper mal. ¿Quién no quiere mejorar las pensiones? Todos, el problema es que cada uno insiste en su fórmula y no está dispuesto a ceder. Mientras debatimos, la gente espera y caemos en el inmovilismo y, al final, Chile no avanza'.
—¿Cómo se rompe el inmovilismo, además en un año electoral?
'En el mundo empresarial, ahora vamos por el final del 2024, siguiendo con la serie, y si algo pasa debe ser en el primer semestre, porque sabemos que las elecciones no facilitan. Desde Icare, nos rebelamos a aceptar que Chile se convirtió en un país mediocre, que no crece, porque se necesita crecer para mejorar la vida de las personas'.
—¿Y en qué están dispuestos a ceder para llegar a acuerdos?
'Hay que avanzar en base a reformas técnicamente fundadas. Soy proacuerdos, pero estamos viendo los efectos de malos acuerdos, como la reforma tributaria de Bachelet que inició el no-crecimiento, una reforma educacional que nos tiene como nos tiene. Avanzar con acuerdo no significa aceptar malos acuerdos'.
—Pero el Gobierno siente que ha cedido desde su programa original.
'Ahí entramos en distintas perspectivas. De aquí se sale con más pragmatismo y menos ideología, si el foco es subir las pensiones, no es difícil llegar a una reforma que tenga los votos. ¿Por qué no avanzamos en aquellas cosas que hay acuerdo? Aceptamos que la cotización se suba 6%, a pesar de que subimos el sueldo mínimo, tenemos una jornada de 40 horas, un proyecto de conciliación de vida laboral, personal y trabajo, un nuevo royalty minero... El mundo empresarial ha ido aceptando un montón de cosas que tensionan a las empresas, en una economía que no creció en 2023 y se espera que crezca muy poco este año. Si estamos de acuerdo en subir la cotización y que una parte vaya al ahorro individual, discutamos qué hacemos con la otra, introduzcamos más competencia con una AFP estatal. Hay que ser más pragmáticos'.
—Sin embargo, un diputado cercano al Presidente como Gonzalo Winter los considera un 'error' y le pide 'dar la batalla cultural'.
'Entiendo que más que definirlos como un error, lo que dijo el diputado es que aunque tengas que ceder, lo importante es dar la batalla cultural. No solo es válido sino importante que la política quiera dar la batalla cultural, es decir, influir para que la ciudadanía acepte las ideas que cada grupo considera que son mejores para una sociedad. Pero, lamentablemente, el sistema político que tenemos, los políticos defendiendo sus respectivas ideologías, nos tienen en un callejón sin salida, donde puede que gane la satisfacción de defender lo que consideran correcto, y también votos, desde la comodidad de vidas privilegiadas como la de muchos de nosotros.
Mientras tanto, esa batalla ideológica tiene a los chilenos resignados a las bajas pensiones, a seguir muriendo en listas de espera, o niños muriendo en la calle'.
'Llegó el momento de que todos cedamos un poco'
—Esa voluntad de acuerdo suya, ¿la comparten los empresarios?
'Icare no es un gremio y no pretendo representar al millón de empresas que hay en Chile, donde hay gran diversidad de ideas. Pero estoy segura de que si algo tenemos los empresarios es que somos pragmáticos. Y lo que necesitamos hoy para avanzar en acuerdos es más pragmatismo y menos ideología'.
—En lo personal, usted mantiene un vínculo frecuente con el Presidente. ¿Qué está haciendo para avanzar en acuerdos?
'Icare pondrá siempre su capacidad para generar encuentros, lo seguiremos haciendo, públicamente y, a veces, en reuniones privadas. Fue el llamado de Enade 2023, y cuando vimos que el segundo proceso constitucional iba directo al fracaso, en una semana organizamos un encuentro donde convocamos a los expresidentes de Chile. No vamos a dejar de intentarlo. No nos vamos a resignar a que Chile se convierta en un país mediocre. Tengo esperanza'.
—¿En qué fundamenta su esperanza?
'Miremos los hechos ocurridos en el verano, los terribles incendios en Valparaíso, el accidente fatal del Presidente Piñera, la manera como reaccionó la ciudadanía a su muerte, unido a otras señales como la actitud de las personas en actos masivos como la presentación de Andrea Bocelli en el Festival. Todo nos muestra que la gente está en otro ánimo, no quiere más peleas, solo quiere vivir tranquila y en paz, busca la concordia, el respeto y la solidaridad.
Tengo la esperanza de que este espíritu que se asoma después del verano sea tomado en cuenta por quienes tienen las decisiones en sus manos. Las ideas ya están muy claras, están todas puestas en el debate. No da para más, llegó el momento de que todos cedamos un poco y pongamos a las personas en el centro. Cualquier solución a los grandes temas no será perfecta para nadie, pero será sin duda mejor que dos años más de inmovilismo. Esperemos que el legado del Presidente Piñera ayude a revitalizar el diálogo y los acuerdos en la política'.
—¿Qué tono tendrá esta Enade, en abril?
'El tono es: no perdamos la capacidad de espanto, no nos resignemos a ser un país que no crece, que no sabe quién quemó el Metro hace más de cuatro años, quién robó los computadores de varios ministerios, quién secuestró hace 15 días a un exmilitar venezolano, quién mató esta semana a una niña de 15 años y a varios durante el verano. La sensación es que nadie hace nada, que estamos resignados, que no hay liderazgos. Nos rebelamos a aceptar este estancamiento e inseguridad'.
—¿Hay crisis de liderazgo si el Presidente mantiene un apoyo del 30%, bastante más que sus antecesores?
'Si bien un tercio es mucho comparado con sus antecesores y con el continente, no hay que olvidar que el 70% no lo apoya y que la sensación generalizada es negativa, de pesimismo'.
—¿Ve un cambio y se ha repuesto el crecimiento en el debate, como sostiene el Gobierno?
'El Gobierno ha ido gradualmente entendiendo que sin crecimiento, no hay plata para mejorar la calidad de vida de las personas, algo que quieren. Pero no es consistente si no se refleja en el grado de urgencia que uno esperaría, y no para crecer al 2% sino al 4% y más'.
—¿Qué decisiones concretas destrabarían la inversión, el gran déficit de la economía?
'Se están creando muy pocos empleos, mucha gente lo está perdiendo y no están pudiendo llegar a fin de mes. Las ramas de la CPC formularon un plan proinversión con muchas propuestas e ideas. Es importante y le creo al Presidente cuando dice 'entendimos' que el crecimiento es necesario para pagar mejores pensiones, mejor salud, pero no veo el grado de urgencia y sí veo decisiones contradictorias como la paralización de un proyecto de Google por un recurso de una militante de su coalición, o el decreto del Ministerio del Medio Ambiente que agrega nuevas etapas al proceso de aprobación ambiental de proyectos. No se ve sentido de urgencia'.
—¿Puede haber otro final trágico, si además llegaron las elecciones que cambian las urgencias y los objetivos?
'Debemos empujar la urgencia por el crecimiento y seguir promoviendo el encuentro entre el mundo empresarial, político y el Gobierno para que avance. Y al mismo tiempo ir preparando al país para un próximo periodo, esto no se termina en dos años. Hemos tenido demasiadas elecciones, es malo, porque efectivamente distorsiona los objetivos y los políticos viven de los votos. Pero no nos vamos a resignar, vamos a empujar con todo'.

Recuadro
No nos resignemos a ser un país que no crece, que no sabe quién quemó el Metro hace cuatro años, quién robó los computadores de varios ministerios, quién secuestró hace 15 días a un exmilitar venezolano, quién mató esta semana a una niña de 15 años'

Frente al 8M: 'Solo 29% de las mujeres del quintil más pobre trabaja (…). La ley de sala cuna es urgente'
—Ante un nuevo 8M, ¿cuál es su diagnóstico?, ¿cuánto ha avanzado la participación laboral de las mujeres en Chile?
'Hemos visto avances, pero mucho más lentos de lo que deberíamos. Tenemos 51% de participación femenina y que la mitad de las mujeres no trabaje, no solo afecta su dignidad, calidad de vida y autonomía, también es muy difícil para el objetivo de crecer más'.
—No estamos mal en Latinoamérica, pero lejos de la OCDE, ¿con quién debemos compararnos?
'Con la OCDE. Un estudio de Clapes UC muestra que cada punto más de participación laboral femenina suma 0,5% al PIB; el trabajo femenino nos debería importarnos a todos. Estamos centrando nuestro seminario sobre la mujer en cómo Chile vuelve a crecer, a través de mejorar su situación laboral'.
—¿Cuál es la iniciativa más clave para eso?
'El 51% de participación laboral esconde una diferencia brutal entre el quintil más bajo y el más alto. Solo 29% de mujeres del quintil más pobre trabaja y en el más alto es el 76%. Hay barreras legales, institucionales y culturales, y como lo cultura avanza lento, todavía el cuidado recae en la mujer; necesita que le cuiden los hijos que no van al colegio y, hoy, eso es más caro que el sueldo que recibe. La ley de sala cuna es urgente y llevamos discutiéndola desde Bachelet I'.
—¿Y por qué no avanza?
'Me pregunto lo mismo, de nuevo: más pragmatismo y menos ideología. Si nos ponemos de acuerdo que necesitamos que las mujeres vayan a trabajar y tengan donde dejar sus hijos, vamos a encontrar la solución. El problema ideológico es que para algunos, un prestador privado de sala cuna no puede recibir fondos públicos. Para otros, esto soluciona un problema laboral pero no educacional, porque hay que mejorar la calidad. Pero ahora tengo esperanza de que se apruebe'.
—¿Por qué?
'Porque se reactivó el debate legislativo, y el segundo proyecto enviado por el gobierno de Piñera se votó en la comisión de Educación la semana pasada y se aprobó. Significa que este proyecto podría llegar a la sala del Senado pronto'.
—¿Y cómo andamos por el mundo privado?, ¿cuánto ha mejorado la participación de las mujeres en las empresas?
'Lento también. Si miramos los directorios, también nos vamos resignando, celebramos que en los últimos cuatro años pasamos de 10% a 14% de mujeres en directorios'.
—Entonces, ¿el Gobierno tiene razón con su proyecto que fija cuota de mujeres en los directorios?
'Considero que sí. El proyecto genera resistencia en el mundo empresarial, porque choca con un tema cultural; en Chile tenemos el concepto de propiedad privada, libertad individual tremendamente arraigado. Si eres dueño de una empresa, quieres poner en las altas direcciones a quién quieras. Sin embargo, veo que hay un reconocimiento de que tenemos un problema, de que hay un desajuste en la participación de las mujeres y que debemos solucionarlo de alguna manera. Creo que la cuota sugerida, y no obligatoria, en los primeros años, genera bastante más aceptación'.
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Soledad Vial A.-