Ad portas de conmemorarse el 8-M, Día Internacional de la Mujer, el director del Departamento para el Hemisferio Occidental del FMI, Rodrigo Valdés, puso de relieve el retorno económico directo que implica aumentar la participación laboral de la mujer.
En el caso de Chile, estimó que si la tasa de participación femenina, hoy cercana al 53%, se moviera 10 puntos porcentuales, el PIB crecería más, por una vez, dando un salto de 4 puntos.
Contó que el tema de género ha adquirido creciente importancia en el FMI, e incluso en los informes de vigilancia del artículo IV, que realiza el fondo, se indica si se discutió el tema y así ha sido con países como Canadá, Brasil, Chile, Costa Rica y Belice respecto a la participación laboral. En Costa Rica, la primera recomendación del reporte es mejorar los cuidados infantiles y en México dice que las políticas de cuidado infantil por sí solas podrían aumentar la participación laboral en torno a 10 puntos porcentuales.
Valdés expuso en un seminario organizado por Icare, sobre “Mujer y Crecimiento Económico: inclusión laboral de la mujer”, en el cual participó Andrea Repetto, directora de la Escuela de Gobierno de la UC.
Educación inicial
La economista instó a avanzar con pragmatismo en el proyecto de ley sobre sala cuna, materia que viene discutiéndose en el Congreso desde hace más de 25 años.
Entre las falencias debatidas sobre el proyecto actual que la comisión de Educación acaba de aprobar en enero por mayoría de 3-1 en el Senado, la economista mencionó que la iniciativa carece de perspectiva educativa y es más bien un proyecto laboral. La cobertura es hasta dos años de edad y el espacio cuando los niños tengan que entrar al prekínder o al kínder no tiene cubierto ese cuidado.
Enfatizó que hay que incorporar la parte educativa al proyecto; avanzar en los coeficientes técnicos respecto a cuántos profesionales hay en cada lugar atendiendo a los niños, y darle más capacidades al Ministerio de Educación, que lleva un tiempo registrando jardines infantiles y le falta harto para cubrir la oferta completa y hacer las fiscalizaciones y asesoramientos de calidad que se necesita para estar seguros de llevar adelante este proyecto.
En el país hay un gran acuerdo respecto a elevar la participación laboral de las mujeres y los beneficios que conlleva para ellas y para el país y lo importante es ver dónde están los rezagos, dijo la economista. Agregó que la premio Nobel de Economía 2023, Claudia Goldin, con un registro de 200 años de participación y empleo femenino en EE.UU., detectó que la brecha para las mujeres ocurre después de que nace su primer hijo estando más disponibles para el cuidado de los hijos, lo que requiere una inserción laboral distinta. Otro estudio a 134 países del mundo, que sumó a Chile, estima que la penalización en el país al tener el primer hijo es una caída del orden de 37% en la tasa de empleabilidad.
No solo las madres pueden ganar en lo económico y en el desarrollo personal si se hacen las cosas bien con este proyecto, sino también los niños y niñas, dijo Repetto. La educacional inicial ha avanzado en Chile y eso debe reforzarse, acotó.
“Este proyecto requiere de convicción, de generosidad política y también de los actores que están detrás. No es aceptable que no haya proyecto y que ni siquiera se pueda legislar”, criticó. En su opinión, al país no le haría mal tener acuerdo en algo sustantivo: “Quizás este puede ser un buen legado, que la ciudadanía se reencante con la política, porque son capaces de llegar a algo que tenga beneficios para todos, para el país”.