Pais:   Chile
Región:   Metropolitana de Santiago
Fecha:   2024-04-10
Tipo:   Prensa Escrita
Página(s):   11
Sección:   Opiniones
Centimetraje:   29x7
La Segunda
Niñez que duele
Recientemente nos enteramos de la renuncia de Gabriela Muñoz a la dirección del servicio de protección especializada 'Mejor Niñez', en un contexto extraordinariamente complejo para la niñez más vulnerada. En diciembre de 2023 la Corte Suprema dio a conocer el informe de seguimiento del acta 37, donde se ratifica esta grave crisis: cerca de 2.300 niños con una medida de cuidados alternativos —la cautelar más gravosa, que implica la separación inmediata de sus padres— se encuentran en lista de espera. Sólo en familias de acogida la demora en la respuesta alcanza el 22% de las derivaciones totales. Peor aún, desde las residencias desapareció el 6% de los niños (sólo los informados, con orden de búsqueda y recogimiento vigente); es decir, 225 niños están en grave riesgo, a merced de marcos o proxenetas.

Otros datos. La explotación sexual en niños, niñas y adolescentes (NNA) aumentó. Las denuncias por delitos sexuales contra ellos aumentan un 42% en 2022, y sólo en Mejor Niñez hubo más de 200 denuncias vigentes por este delito. Además, en cifras del Ministerio Público, entre 2022 y 2023 aumentó en más de un 30% la participación de niños y adolescentes en delitos y, lo más grave, creció en 32% los niños imputados por homicidios. Más grave aún, en 2022 murieron 54 NNA víctimas del delito; se proyecta que en 2023 esta cifra sea mayor (sólo en el primer semestre de 2023 hubo 38 niños muertos), y la trayectoria en lo que va de 2024 es creciente.

Por otra parte, la exclusión educativa, en 2022, llegó a 54 mil niños; adicionalmente subsisten más de 900 mil en ausentismo crónico. Respecto de la salud mental, junto a la baja respuesta en la disponibilidad de oferta ambulatoria desde Mejor Niñez, persiste el bajo acceso a oferta especializada para el segmento infantil, agravando la crisis existente, incluso antes de la pandemia.

Debemos fortalecer los espacios protectores de la niñez —la escuela, la familia y la comunidad—, con una oferta oportuna y con evidencia. Con programas preventivos desde la primera infancia a nivel local que aborden los factores de riesgo y detengan la acción de la delincuencia en el entorno de la niñez. Necesitamos potenciar una agenda temprana de prevención social. Sólo a través de la combinación de esfuerzos desde la familia, la escuela y la comunidad podremos garantizarles a nuestros niños, niñas y adolescentes un entorno seguro y protector.
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Marcelo Sánchez Fundación San Carlos de Maipo-