La gran ola migratoria que ha enfrentado el país estos últimos años ha generado un cambio en la percepción que tienen las personas hacia la población extranjera.
Según los datos de la Encuesta Bicentenario de la Universidad Católica, el 86% de los encuestados considera que la cantidad de foráneos en Chile es 'excesiva', lo que representa un aumento de cuatro puntos con respecto a la versión de 2022 y de ocho puntos respecto de 2021.
Esta percepción, explica Roberto Méndez, académico de la Escuela de Gobierno de la U. Católica, va ligada a que 'la migración se criminalizó en la percepción. Algo que había mucho temor de que ocurriera, ocurrió'.
Y es que en la encuesta, además, aumentó la cantidad de personas que relacionan a los extranjeros con los problemas de inseguridad que complican al país: el 91% de los encuestados cree que la presencia de inmigrantes 'ha tenido efecto en el aumento de la delincuencia'. Esto, pese a que el 76% responde que no ha tenido nunca problemas con un extranjero.
En ese sentido, Méndez explica que 'hay una especie de consenso, porque el 86% son todos, si consideramos que el 10% prácticamente son los mismos migrantes. Entonces, toda la población está con la opinión de que la cantidad de inmigrantes es excesiva. Pero al mismo tiempo, llama la atención que no ha aumentado la cantidad de problemas o relaciones directas de las personas con los migrantes. No hay una experiencia en la relación de la vida diaria de conflicto entre migrantes y la población chilena'.
El investigador principal de la encuesta Bicentenario añade que tampoco se puede explicar este aumento en la percepción por el temor de que pudieran quitarles a los chilenos posibilidades de trabajo, sino que es la criminalidad: 'Este tipo de criminalidad muy violenta, estas bandas que son tan impactantes, el tipo de delito, el tipo de muertes, etcétera, han producido esta criminalización'.
Esto, según Méndez, es una muy 'mala noticia' sobre todo para esta población, dado que 'no todos son delincuentes, probablemente la mayoría no lo sea. Crea una relación muy conflictiva y las políticas públicas que se hagan al respecto lo tienen que considerar'.
Pese a la mala percepción, el 70% de la población cree que quienes tienen su situación legal regularizada, deberían tener los mismos derechos que los chilenos, en términos de acceder a beneficios de salud, educación y vivienda.
Esto, de acuerdo con el investigador, es una 'buena noticia', ya que para 'la mayoría de los chilenos, a pesar de esta criminalización de la migración, no se ha producido un clima de xenofobia, de que hay que quitarle los beneficios'.